de tanta huella
impresa en sus latidos.
Quizás sólo lamente
las que no se grabaron
por los exilios tristes.
Pero no me arrepiento
de todas las borradas
ni de aquellas otras
que nunca imprimirán.
Son esas que confunden
dolor con narcisismo
o la sonrisa fácil
con el mundo feliz.
Tampoco las que invitas
a volar con tu alas
y una vez han volado
te las quieren cortar.
Y menos las que intentan
que andes sus caminos
y enfrían la sonrisa
si escoges tus paisajes.
Pero nadie es perfecto,
así que yo tampoco
dejé siempre mis huellas
donde hubiese querido.
Hola Matisel, comento de nuevo porque el mensaje anterior, voló.
ResponderEliminarTe decía que me gustan estos temas en los que se expresan las vivencias sin pudor, negativas o de los mejores días, pero siempre dejando un algo de nuestro Yo. Me felicito por haber venido, me ha gustado leerte y aseguro volver.
Mi más cordial saludo, poeta.
..................................Carlos