Te fuiste, con la ingravidez oscura
de los muertos, sin una respiración
que dejara huellas en el aire
y mi nombre
sepultó las vocales de tu soy.
Hoy regresas, te miro
y sólo eres
memoria sin adiós
-rom-pién-do-se.
de los muertos, sin una respiración
que dejara huellas en el aire
y mi nombre
sepultó las vocales de tu soy.
Hoy regresas, te miro
y sólo eres
memoria sin adiós
-rom-pién-do-se.
Nos consolábamos con las pesadillas
como los atormentados,
entre las máscaras sin ojos
de sus muertos
y ese carnaval descabezado
con venas a borbotones de vacíos.
Hasta que el asfalto
como los atormentados,
entre las máscaras sin ojos
de sus muertos
y ese carnaval descabezado
con venas a borbotones de vacíos.
Hasta que el asfalto
corrompió la-noche-en-sus-esquinas.