Elige la nobleza de mi pulso
o la voracidad de mis colmillos.
No me gustan las jaulas.
No me gustan los látigos.
No me hace falta una melena
que salga en las películas.
Yo soy la cazadora y la inocente.
Habito en cada mujer como el latido
que duerme en brazos del amor,
dispuesta a despertar en la barbarie
para besar a quienes ama
y devorar al enemigo.
No me hace falta una melena
que salga en las películas.
Yo soy la cazadora y la inocente.
Habito en cada mujer como el latido
que duerme en brazos del amor,
dispuesta a despertar en la barbarie
para besar a quienes ama
y devorar al enemigo.