EL DESCENSO DE LA MUSA


Asciendo hasta la cumbre
y miro el mundo desde la magnificencia
sin versos ni latidos
que rompan el silencio
de
d
i
o
s

Pero el vacío alimenta la memoria,
abre sus tumbas,
resucita a los muertos sin piel,
rumorean
murmuran
rumorean
rumiantes y ruidosos.

Así que desciendo hasta la tierra
y más allá, donde los pulsos
ríen
cantan
gritan
y nado entre sus lágrimas y pieles.
Por fin,
T
O
D
O

PARÉNTESIS


Me ató de pies y manos. Afiló el cuchillo y...”. Unas risas me obligaron a apartar los ojos de la página; la pareja, sentada a unos tres metros de mi mesa, susurraba entre besos y caricias. Qué ilusos: ¿cuánto durarán?, pensé mirándolos con desprecio. Me levanté hacia el único rincón sin pulso de la cafetería y continué con mi lectura:
Afiló el cuchillo y cortó entre mis costillas. Enloquecido por el dolor, mordí la mordaza para tragarme el grito.
Ahora extraeré tu corazón –dijo Soledad al introducir sus manos en mi pecho.”

EMIGRANTE (Dedicado a mi hija)


Vacío continúa
el perchero
como árbol estéril.
El escritorio
aún sigue ordenado
con los lápices, pendientes, libros
inmóviles
de tu habitación,
muertos,
igual que nuestras espaldas
sin tu abrazo.
En la comida de domingo
una cuchara menos,
una silla más
y las miradas tristes.

GARCÍA 1


García deja el maletín sobre la vieja mesa de melamina, al lado de la pila de documentos aún por revisar. Llega antes de la hora para no encontrarse con los compañeros de trabajo: teme que las miradas le revelen su futuro. 

Se sienta en la silla de plástico sin ruedas giratorias y coge el primer escrito, pero sus ojos no pueden apartarse del pomo de la puerta mientras sus oídos sigan atentos a los pasos que recorren el largo pasillo de oficinas. 

Menos mal que ya es viernes, suspira, aunque sabe que esto no significa que pueda concentrarse en los papeles atrasados. Lleva toda la semana pendiente de la carta. Algunos ya la han recibido. Tal vez él no la reciba, se dice; el director conoce que casi ninguna empresa contrata a personas de su edad, y todavía le faltan quince años para jubilarse porque las reformas de las pensiones han alargado un quinquenio más el límite obligatorio. Capítulo siguiente


ROTURA


Difuminada entre las horas,
con los átomos rotos y dispersos,
resulta insoportable
tan solo un milígramo de mundo
si su suprema ignorancia universal
       no es motivo de lágrimas o risas,         
solo de asco infinito
y desidia y zozobra
en la desesperación de la esperanza.

IMÁGENES Y POESÍAS

Las imágenes de este blog están extraídas en su mayoría de la red y son libres, a excepción de las que tienen el nombre de su autor o autora. Si alguien considera que alguna de esas imágenes sin autoría es de su propiedad y quiere que se suprima del blog, no tiene más que comunicarlo al correo del perfil.

Los poemas y textos pertenecen a la autora del blog, Matilde Selva López, a excepción de aquellos en los que consta el nombre de otros autores.