Verbo
inútil que estás en el limbo
—una
palabra tuya puede cortar las venas—
conjugándote
el nombre en los vacíos
—sin
la segunda persona del plural—
vuelva
a tus rectas la locura
redonda
del vocablo
así
en la voz como en la tinta
—y
no suprimas el verso con tu prosa
ni
borres el plural de los pronombres—
mas
líbranos del ego.