Con los ojos nublados por la fiebre,
Ita siguió a su madre hacia la rosada luz. Desde allí, un día más,
contempló con envidia a los pájaros que recorrían el cielo del
amanecer más allá de la cerca.
―Mamá, ¿a dónde van los pájaros?
¿Afuera?
―Hija, qué pregunta... ¡Afuera
vive el peligro!
―Pues ayer, cuando me perdí, no vi
ningún peligro: solo encontré árboles y hierba por todas partes...
¿tú has estado Afuera alguna vez?
―Nunca, hija; mi padre me contó que
quienes van allí jamás regresan... si no te hubieran encontrado, a
saber qué te habría ocurrido. Anda, déjate ya de tonterías y
túmbate, que te vas a poner peor.
Ita se acostó y la verde hierba
refrescó su ardiente cuerpecito. Empezaba a dormirse cuando escuchó
un gran alboroto y el ladrido de los perros: dos desconocidos se
llevaban a unas pequeñinas.
―Mamá... ¿a dónde llevan a mis
hermanitas? ¿Afuera?
―¡Noooo, mal pensada! Al paraíso,
hija, al paraíso. Han sido elegidas para la Navidad.
Unos minutos después, los hombres
regresaron y cogieron a dos más.
―Mamá, ¿por qué esos hombres han
vuelto manchados de sangre?
―¡Pero qué preguntas más
retorcidas haces! ¡No hay que desconfiar tanto de quienes nos
protegen!
Ita miró de nuevo a las aves que iban
y venían por el cielo.
―Mamá, ¿y por qué los pájaros viven sin cercas?
―Ay, hija mía, ovejita negra tenías
que ser... Pues porque son muy malos y nadie los quiere: ¿no ves que
no tienen perros ni pastor ni corral como nosotras?
Se explica usted muy bien, anciano.
ResponderEliminarAunque algo simplista, pues todo depende siempre de la correlación de fuerzas. El poder no es absoluto, es como una gran red con cientos de personas tirando de sus miles de extremos, algunas más fuertes que otras, pero la fuerza siempre es perecedera y todo sigue su curso, todo evoluciona o como diría la genial Mercedes Sosa: "Todo Cambia", "Cambia el pastor su rebaño" y el pastor cambia también. No sea tan pesimista y alégrese por lo que sí se consigue y por quienes luchan, así le hacemos un favor al mundo y quién sabe, tal vez también nos unamos a ellos. ;)
Saludos.
Con respecto a la obra, debo decir que me ha gustado mucho, me ha parecido muy buena esa corelación entre el proteccionismo materno/paterno y la curiosidad de l@s jovenes, que carentes de esos prejuicios, carecen así pues de la venda del miedo y la autocomplaciencia. Creo que sería fantástico si de estas ideas elaborases historietas, que aunque cortas, fuesen un poco más largas, pues de esta historia podría sacarse un buen relato infantil/juvenil, creo que sería muy provechoso.
ResponderEliminarSaludos.