Cada mañana, tus ojos
reclaman su colirio.
La luz ya no es lo que era.
Roja aridez,
cuchillos de hielo para el alma,
si el dolor
hoy no es sinónimo de llanto.
No mires a los ojos de los días,
ya no te quedan lágrimas.
(Bjork - Hidden Place)
(Bjork - Hidden Place)
Bellisimo homenaje, porque hay lágrimas que ya no alivian los dolores, porque las miradas al pasado duelen de nostalgia.
ResponderEliminarUn beso
mi querida Matilde,
ResponderEliminarsiempre tus poemas son cápsulas de sentimiento y reflexión.........emotivo como sólo puede hacerse a la madre, este poema
mi beso desde la meseta......Pilar
Estremecedor y bello. A veces la concisión de las palabras encierran enjutas las mismas sensaciones que abrigan dentro las lágrimas, pequeñas, densas, pesadas...
ResponderEliminarMatilde,
ResponderEliminarMe parece certero tu poema, me ha encantado, me gustó ya cuando lo oí con tu voz tan propia.
Y el vídeo, acertadísimo.
Te veo muy puesta en las tecnologías, es estupendo, niña.
Un abrazo tecnológico,
Estel J.
Precioso. Los ojos de las madres que, a fuerza de amar, van perdiendo el color y el brillo, pero que, a pesar, pese al dolor, siguen conteniendo en sus pupilas todo el amor del Mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sandra, tus comentarios que no me falten.
ResponderEliminarPilar y Rafa, me alegra veros de nuevo por aquí. Os echaba de menos.
Manuel, bienvenido y mucho gusto en conocerte, aunque no sé quien eres pues no me aparece blog en tu nombre.
Estel, compañera de tertulias y poesía, siempre es un placer leer tus comentarios además de tu presencia en estos caminos poéticos.
Besos a tod@s