No sabes que haces aquí
corre corre sin parar
siempre hacia adelante
corre corre sin parar
retroceder no es posible
corre corre sin parar
sin conocer el destino
corre corre sin parar
ignorando cuándo acaba
corre corre sin parar
no eres quién está guiando
corre corre sin parar
éste inevitable tren.
(Lemon Jelly-Slow Train)
Sí, el muy puñetero corre sin parar, no nos espera y, a pesar, vamos subidos en él sin remedio con destino a una vía muerta. En cualquier caso, mejor sería agarrarlo.
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, hay trenes que no podemos evitar, como el de la vida y la muerte, y otros...los cogemos, aunque no sepamos muy bien dónde nos llevarán...o a pesar de que lo sepamos y sus riesgos.
ResponderEliminarAbrazos
Asi la vida debemos engancharnos a sus vagones, y muchas veces los temores nos aferran al andén..y éste tren pasaaaaa.
ResponderEliminarun beso
Lo malo es que hay veces que se cogen los trenes sin pagar billete y te hacen apear en cualquier recodo del camino, mal asunto si no llevas la brújula de los entimientos instalada de serie en el acorazón.
ResponderEliminarVino y besos.
Hola Matilde.
ResponderEliminarTiempo sin pasar por acá y encuentro tu sitio más "cómodamente estético" (mis adverbios, mis adjetivos...)
Lo bueno, lo mejor es que, a veces, sí sabemos lo que hacemos aquí.
Y si podemos disfrutarlo adecuademente, el viaje cobra sentido por infinitesimales porciones de tiempo universal.
Esa es nuestra razón de ser, identificándonos con el TODO que es UNO, con el UNO que es TODO.
Abrazo universal.
P.S.: Me agradan los cambios que incluiste.
Sandra y Manuel,a veces en la vida pasan numerosos trenes, y según el que cojamos, tendremos una vida distinta...pero el misterio está en que no sabemos si hemos cogido el tren equivocado o el que teníamos destinado.
ResponderEliminarSecretario, me alegra que estés mejor y es una alegría verte por aquí de nuevo después de tanto tiempo, ya era hora, jejeje.
Has dado en el clavo, porque creo que a una gran mayoría no le gusta el tren que le ha tocado ni sabe lo que hace aquí, y así dificilmente se puede disfrutar del viaje, porque en el tren, una vez en marcha, es difícil apearse o coger otro...
Besos a todos
Matilde:
ResponderEliminarTiene la musicalidad que se marca
en la memoria, como el aviso de la salida del tren. Siempre hay una parada, una estación.
Hola, Matilde. Me presento por primera vez. El poema-música-visión me transmite ondas rabiosas, imparables, agobio urbano o existencial, destino inevitable, vértigo...
ResponderEliminar¡Tantas cosas!
"no eres quien está guiando". Ese verso me lo quedo
Enhorabuena.
Hasta pronto.
Ana, me alegra verte por aquí de nuevo, y sí, es cierto, siempre hay una parada, un andén en el que bajar y empezar de nuevo para corregir y retomar otro camino diferente. Somos nosotros los que decidimos, pero a veces hay trenes inevitables...
ResponderEliminarMuchos besos, poeta.
Batania, tu paso por aquí me alegra muchísimo, porque siento que coincidimos en muchas cosas. Sintonizo con tu poesía, y los dos, estamos en la soledad no sólo del poeta rabioso sino casi ya, del poeta maldito... Paciencia, compañero.
ResponderEliminarBesos de poeta a poeta.
Ana, me alegra verte por aquí de nuevo, y sí, es cierto, siempre hay una parada, un andén en el que bajar y empezar de nuevo para corregir y retomar otro camino diferente. Somos nosotros los que decidimos, pero a veces hay trenes inevitables...
ResponderEliminarMuchos besos, poeta.