Hola María, tú siempre aquí y la primera, a pesar de mis ausencias. Gracias. La constancia y la paciencia no son demasiado frecuentes cuando se desaparece un tiempo del mundo virtual.
Es un poema antiguo. Ahora estoy más por el mundo de los relatos breves; una experiencia nueva y un aliciente a seguir escribiendo, cuando la Musa de la Poesía está de vacaciones.
Espero retomar poco a poco este blog porque me he liado con muchas cosas y el tiempo es oro.
El camino sólo se hace posible con los propios pasos. Creer en uno mismo es nada menos que creer en la vida. Sin autoestima, sin la presencia de ese átomo imprescindible, como bien dices, todo se convierte en un magma sin historia, sin música, sin color y sin aliento.
Las imágenes de este blog están extraídas en su mayoría de la red y son libres, a excepción de las que tienen el nombre de su autor o autora. Si alguien considera que alguna de esas imágenes sin autoría es de su propiedad y quiere que se suprima del blog, no tiene más que comunicarlo al correo del perfil.
Los poemas y textos pertenecen a la autora del blog, Matilde Selva López, a excepción de aquellos en los que consta el nombre de otros autores.
Me alegra volver a leerte, espero que te encuentres mejor, amiga.
ResponderEliminarReducirse es hacerse más pequeños, no deberíamos nunca tener la autoestima por los pies, pero a veces es inevitable.
Un beso.
Hola María, tú siempre aquí y la primera, a pesar de mis ausencias. Gracias. La constancia y la paciencia no son demasiado frecuentes cuando se desaparece un tiempo del mundo virtual.
ResponderEliminarEs un poema antiguo. Ahora estoy más por el mundo de los relatos breves; una experiencia nueva y un aliciente a seguir escribiendo, cuando la Musa de la Poesía está de vacaciones.
Espero retomar poco a poco este blog porque me he liado con muchas cosas y el tiempo es oro.
Un gran abrazo, amiga.
El camino sólo se hace posible con los propios pasos. Creer en uno mismo es nada menos que creer en la vida. Sin autoestima, sin la presencia de ese átomo imprescindible, como bien dices, todo se convierte en un magma sin historia, sin música, sin color y sin aliento.
ResponderEliminarUn abrazo, Ligeia.
y aun de elementos más pequeños que ni siquiera conocemos...
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