Cómo vivir con ella
sin la muerte
al primer sorbo del verbo
y no hundirse en su insaciable
apetito de nombres.
Renuncia, dicen,
sacrifica tu ansia y muere
sesenta palabras por minuto
sin tu página
o sigue al tigre inmortal de la semiótica
y devora el último vocablo
bajo la dictadura de su hambre
o cómo vivir sin ella
En tu paisaje oscuro brindo, entonces, por la vida. Me alegro de que estés de regreso por estos lares y te deseo ¡muy felices Fiestas!
ResponderEliminarBesos, Matilde
Precioso texto, para mi la lectura...
ResponderEliminarEmotivas palabras.
Un abrazo y felices fiestas.
Difícil vivir sin palabras y aún más sin "nombres"... aún por elección...
ResponderEliminarFeliz vida, Matilde. Y un gran abrazo.
Gracias por vuestros comentarios y que este año 2012 os sea favorable, igualmente para quienes pasan por este blog aunque no comenten.
ResponderEliminarUn abrazo
Esta mañana he encontrado entre los regalos que me han dejado en casa varios pergaminos pequeñitos con relatitos para regalar. Este tenía tu nombre así que te lo envío para que lo tengas. Me alegro de haber descubierto este microuniverso repleto de gente imprescindible. Feliz día de reyes.
ResponderEliminar2.- La noche de reyes oyó ruidos extraños en el salón. Se forzó a dormirse. Siempre le habían dicho que si lo pillaban despierto no le dejarían nada. A la mañana siguiente en el salón faltaba hasta su pequeña libreta de notas.
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
ResponderEliminarTengo que decir que me gusta tu estilo. Me ha gustado mucho todo lo que he leído. Volveré, no lo dudes. Y que todos nuestros encuentros sean tan fructíferos. Un abrazo.
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