Desde que cierto día probé la sangre de banquero, no sin cierto asco pues olía a excrementos y su color no era ese granate profundo y brillante que tanto nos deslumbra a los de mi especie sino un amarronado diarréico, mi vida dio un giro brutal.
Después de una terrible indigestión y fuertes retortijones tuve que ir corriendo al baño, pero cuando iba a tirar de la cadena me quedé desconcertado. Ahora entiendo porque algunos de mis compañeros tienen la expresión facial tan agria a pesar de ser muy ricos.
jajajaja muy bueno tu humor negro, Ligea.
ResponderEliminardos cositas: tu vampiro ya tiene que modernizarse porque eso de tirar la cadena pertenece al siglo pasado. jajajaj Ahora se aprieta un botón jajajaja
Y me imagino la de moscas ricas que andarán rondando por ahi, con tamaño festín.
Besos y que tengas unos dias tranquilos
Ja, ja,ja... seguramente el vampiro, gracias a sus nueva alimentación, ya tiene para un piso más moderno. Que está muy cara la vivienda.
ResponderEliminarY lo de las moscas... pues si son moscas vampiras, seguro que también son ricas, ja,ja,ja, aunque creo que de poco les servirán los billetes si no son moscas consumistas.
Gracias y un abrazote.
Jjajaja muy bueno Ligeia, gracias por sacarme sonrisas con tu entrada.
ResponderEliminarUn beso.