―¿Qué tenemos? ―preguntó la
inspectora al entrar la sala de lectura del tercer piso de la
librería Obril.
―¿Qué tenemos? ¿Y ese tópico...
a qué serie pertenece? ¿CSI o El Mentalista? ―contestó su
ayudante mientras fotografiaba el escenario del crimen.
―De... solo he dormido dos ronquidos
y mis sesos están espesos...
―Muy graciosa. Este crimen parece la
segunda víctima de El Borrador.
―Elemental, querido Horas. Y tópico,
como el autor de esta aberración.
Irene Grafia miró con rapidez los
muticolores libros que llenaban las estanterías grises de la sala
―temió que algún título interesante la abdujera de su trabajo―,
y contuvo las lágrimas cuando bajó la vista hasta los restos esparcidos sobre el cristal negro de la mesa central: aquel
asesino no solo pretendía suprimir del mundo la materia de sus
víctimas, sino borrarlas de las memorias impidiendo que se
reconociera su identidad.
Un grito conocido llamó la atención
de la inspectora Grafia. Se asomó por la ventana y vio a su madre
esperando en la entrada de la puerta principal: siempre la llamaba
desde la calle cuando los compañeros de la brigada no la dejaban
entrar. Qué vergüenza, pensó, ¿cuántas veces le había dicho que
no le llevara los libros al trabajo?
―¡Por Virginia Wolf, qué
redundante! Horas, bajo para que se calle de un vez...
Joaquín Horas la despidió con una
sonrisa; le gustaba trabajar para aquella joven inspectora tan culta
―Irene Grafia había superado con la máxima puntuación todas las
pruebas literarias―, pero aquella sección nueva de la Policía, Tinta y Papel, le parecía demasiado filológica.
Succionó los pedazos más pequeños
de la víctima hasta que el detector dejó de parpadear, aunque estaba seguro de que al librero le sería imposible
reconocerla con aquel desastre. En
fin, se dijo después de vaciar la aspiradora en la bolsa impermeable, mientras no salgan vacantes para la Unidad
de Cronocrímenes, tendré que leer mucho y recoger fragmentos de libros asesinados.
Estupendo relato y con mucha imaginación. Ahora a seguir, no lo dejes.
ResponderEliminarMe ha gustado. Original.
ResponderEliminarKristin
Está muy bien Seltima, a seguir. Besos.
ResponderEliminar¡La imaginación al poder! Nunca se me hubiera ocurrido matar a un libro, tal vez a alguna autora... ¡Fantástico!, al igual que tú. Besillos.
ResponderEliminarOriginal y trasgresor como de costumbre. Buenos recuerdos de los estrenos de EPDE. Es alentador que todos seguimos en la brecha. Nos leemos por aquí. Un abrazo.
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