La
casa es un trozo de pan negro,
el pan agrio
del hambre fermentado
en la locura del rapaz;
el
águila vigila
y amordaza
con
su yugo de esclavos y
las flechas azules de la muerte;
la
casa es una jaula
con
púas en el aire
que convierte en alimañas a sus presos; el padre tiene piedras en
las manos, la madre tiene piedras en la boca, y
la
niña, la
escarcha
insaciable
del
aullido: no
hay suficiente escarcha para frenar
los
golpes;
no hay suficiente escarcha para lamer
la
herida;
no
hay suficiente escarcha para callar
la culpa ni
suficientes
rodillas
contra
el odio.
La
casa se
ha secado
como un árbol sin agua y
pudre
la memoria; en sus raíces de papel, donde los dientes del mundo se
mastican,
donde
de vez en cuando
florece la palabra, la niña es una pluma con tinta de sangre entre
las nubes.
LA CASA
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Publicado por
MATISEL
en
2.6.17
Etiquetas:
TIERRA VIRGEN (solo prosa)
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IMÁGENES Y POESÍAS
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Los poemas y textos pertenecen a la autora del blog, Matilde Selva López, a excepción de aquellos en los que consta el nombre de otros autores.
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Más que en sueños, basado en hechos reales. Gracias por tus comentarios (y por no olvidarme, aunque lo merezca).
ResponderEliminarMatsiel, nadie merece el olvido, ni amigos, ni enemigos. Ni solitarios cometas, ni mucho menos las niñas que son pluma con tinta de sangre entre las nubes.
ResponderEliminarY en cuanto a la profunda y cruel verdad que nos narras, nunca debe olvidarse, para evitar la impunidad que conduciría a su repetición. ¿Quién pudiera imaginar que con palabras tan implícitas pudiese describirse un dolor tan explícito?.
Ojalá aquella niña encuentre el camino y no se confunda por los colores de los solitarios cometas, sino que haga caso a su memoria y a su fuerza, pues su voluntad será su única guía.
Hermoso aunque triste relato, gracias por compartirlo.
Saludos.
Gracias a ti por comentarlo...
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